Día 1: Salida- Niamey. Llegada al aeropuerto y recepción por nuestro representante. Traslado al hotel.

Día 2: Niamey - Agadez. Salida a primera hora para una larga etapa en minibus de 12 horas hasta Agadez. Hotel.

Días 3: Agadez - Árbol del Tenere. En Tiguidit veremos unos grabados rupestres hechos por los habitantes de antiguas civilizaciones cuando este desierto era un vergel. Representaciones con jirafas y escenas de caza que nos muestran ese pasado húmedo cuando el territorio estaba densamente poblado. El "Árbol del Teneré" es una gran referencia en esta ruta que año tras año congrega entre los meses de octubre y abril a miles de caravanas que a paso de camello se desplazan a Bilma en busca de la preciada sal. El árbol fue arrasado por un camionero libio en 1975 y hoy en su lugar hay un nuevo árbol metálico que ya no da la tan preciada sombra. Muy cerca está el pozo donde paran todas las caravanas para abrevar a los camellos.

Día 4 : Árbol - Fachi. Aquí comienzan las grandes ergs o concentraciones de dunas que dejan pasillos por donde transitan las caravanas. Los vientos dominantes Este-Oeste han dispuesto la arena con esta peculiar estructura de tal manera que hay que ir saltando para no entrar en los laberintos y callejones sin salida. Este escenario es apabullantemente bello y nos conduce hacia el oasis de Fachi donde viven unas 3000 personas de etnia kanori en una ciudadela amurallada y con una economía de subsistencia basada en dar servicio a esas caravanas. El oasis de Fachi es una isla verde en el corazón de un océano de arena.

Días 5 y 6: Fachi – Bilma - Dirkou – Seguedine - Djado. Las minas de sal en Bilma dan trabajo a muchísimos jóvenes llegados de todos los países vecinos. Las condiciones laborales son penosas y muchos de estos jóvenes son cedidos por sus padres a cambio de un raquítico anticipo para trabajar durante 5 años. Hacia el norte se rueda paralelo al macizo del Kaouar donde los oasis se suceden formando un rosario de palmeras: Aney, Seguedine, Chirfa. Las ciudades fortificadas del Djado et Djaba conservan un ambiente misterioso.

Día 7 y 8: Djado - Adrar Bous-Temet. La falla de Dissalak esculpida por la erosión, ofrece un espectáculo increíble con formas modeladas muy extrañas, cabezas de águila y personajes adornan este acantilado que nos da la entrada en el verdadero Teneré. Un desierto absolutamente llano donde se pierde la vista en el infinito, sin ninguna referencia y donde se siente la "nada". Aquí se navega al más puro estilo marinero marcando un rumbo a partir de la brújula. Pureza total, ni rastro de vida, silencio, inmovilidad, perdida absoluta del binomio espacio-tiempo, el vacío,...
El Adrar Bous aparece al fondo de esta llanura con unas montañas negras impresionantes. En su interior numerosos restos de los habitantes que en el neolítico lo poblaban, puntas de flechas, bifaces, morteros,... Los pueblos del Neolítico conocieron un Teneré sembrado de lagos donde practicaban la pesca y la caza. Los útiles con los que la practicaban, los encontramos por doquier y encontrarlos supone una emoción añadida. En el río Temet con algunas acacias que dan cobijo a grandes antílopes, se mezclan las rocas negras con las dunas más altas del mundo que alcanzan los 300 metros.

Día 9: Temet - Chiriet. Hacia el sur se entra en la Reserva Natural Integral llamada “santuario del antílope Addax”. En Tazirzek encontraremos una colina totalmente cubierta de grabados rupestres como un atlas gigante, leones, antílopes, caballos, jirafas,....
Las dunas de Chiriet junto a las de Arakao y Temet suponen un espacio particularmente bello y único en todo el Sáhara. Las dunas de colores variados atrapan a un cráter de origen volcánico donde penetran. Las montañas del Air son de una variadísima cromaticidad y tienen un microclima que permite la vida a especies propias de la sabana. Pese a encontrarse en el corazón del Sáhara, por allí abundan las avestruces, gacelas, fenecos y otros animales. Territorio ya con bastantes aldeas tuareg sedentarizados que cultivan la tierra.

Días 10: Chirriet – Arakao. Bordeamos la gran reserva de antílopes Addax que penetra en el Teneré y hace frontera con el macizo del Air. En Arakao encontramos dunas de 15 Km de largo con 200 M de altura que se introducen en la llamada “pinza del cangrejo”

Día 11: Arakao-Timia. Penetramos de nuevo en el Air por el lecho de un río encajonado entre montañas. Los verdes oasis de Timia contrastan con la gran montaña de granito que la envuelve. El río que por allí corre a horadado la roca creando grandes cubetas con aguas permanentes (Guelta), algo muy relajante en este desierto.

Día 12 y 13: Timia – Aoudares - Agadez. Sorteando la montañas del Bagzane, se circula por los Koris (ríos) donde hay algunos campamentos de Tuareg, siendo estos prácticamente los únicos habitantes del vasto Air.
Llegada a la Gran ciudad de Agadez, donde a la sombra de su mezquita se instalan vendedores de libros con recetas de pócimas para sanar cualquier mal. Visita de la ciudad, la mezquita y los mercados. Hotel.

Día 14: Agadez - Niamey. Transporte en minibús. Hotel.

Día 15: Día libre para visitar la ciudad, el Río Níger y sus mercados. Vuelo nocturno de regreso.

Día 16: Llegada a punto de orígen